Jaén Rugby puso este sábado contra las cuerdas a Pozuelo RU en un partido en el que desplegó un gran juego mientras le aguantaron las fuerzas. El resultado 45-18 –que no refleja la realidad del encuentro- deja sin opciones de liguilla a los jiennenses. En la última jornada, Jaén Rugby apurará contra UR Almería sus posibilidades de concluir la temporada en cuarta posición.
El XV que entrenan Juan Alfredo Cerván y Nicolás Sanfilippo plantó cara a su rival en los primeros minutos de partido. Tres errores concatenados les situó con 0-6 en contra a los cinco minutos, ya que Santi Ortega, apertura de los madrileños, no falló ninguno de los dos golpes de castigo señalados por el colegiado. Un mal comienzo, que los verdeoliva enmendaron con su garra habitual. Primero el diez jiennense “Facu” Rutolo transformó un golpe de castigo provocado por un robo de balón en la veintidós contraria. Después, él mismo anotaría un ensayo tras bloquear Jose Quesada una patada rival sobre la línea de marca. La suerte, la mala, dejó el marcador en 8-6 ya que el oval se estrelló contra el palo en la transformación.
Los jugadores de Jaén Rugby ya lo habían advertido en la previa, la delantera de Pozuelo RU es muy fuerte y a la más mínima oportunidad te hace puntos. Así ocurrió. En minuto 23, los madrileños se volvieron a poner por delante con un ensayo típico de delantera. Golpe sacado a lateral, “touch” completa a cinco metros, plataforma que entra hasta la zona de ensayo y posado del pilar Livio Fertu. Ensayo transformado también por Santi Ortega.
El partido seguía abierto en el marcador, pero Pozuelo RU imponía poco a poco su fortaleza. Llegaron minutos de intercambio de golpes, de golpes de castigo que movían el resultado en cifras ajustadas: 8-16, 11-16 y 11-19. La defensa de Jaén Rugby desactivaba uno y tras otro los ataques de su rival, ataques cada vez más cercanos a la zona de marca. Una nueva desaplicación y la superioridad que demostraron los madrileños en la melé – ya sin Timo Marr en el campo- inclinaron poco antes del descanso la balanza otra vez a favor de los aurivioletas. Un ensayo sin transformación que llevó a los dos equipos al vestuario con un 11-24.
La segunda parte comenzó con la misma tensión sobre el césped que en el marcador. Los dos equipos sabían lo que se jugaban: apurar sus opciones de liguilla los jiennenses, la primera plaza los madrileños. Los ataque se sucedían y, aunque se jugaba más tiempo en la parcela de Jaén Rugby, los verdeoliva amenazaban con ímpetu la veintidós contraria.
En el minuto 31, jugando a cinco metros de la línea de ensayo, Peio Gil sacaría rápido el balón de una melé y Yako Irusta cruzaría como una flecha la línea defensiva rival para posarlo y anotar el segundo ensayo de su equipo. La transformación de Gil dejarían las espadas en todo lo alto. Faltaban 10 minutos y los de Jaén estaba sólo seis puntos por debajo en el marcador.
La alegría duró poco. El XV jiennense perdió la iniciativa pocos segundos después al bloquear su número 8 una patada defensiva de Peio Gil y anotar un nuevo ensayo para los locales. El equipo de Pozuelo mordió en ese minuto 62 y ya no soltaría a su presa anotando forma casi consecutiva dos ensayos más. El último, con el tiempo cumplido y buscando su punto bonus ofensivo ante la debacle jiennense. No mereció Jaén Rugby ese castigo tan severo por su juego y por las circunstancias del partido. Sus jugadores se vaciaron sobre un césped ajeno, en el que, un partido más, jugaban como locales y sus rivales arropados por el público a favor.
Esta semana, descanso. La próxima jornada, la última, se jugará el día 11 de abril. A Jaén Rugby le correspondería disputarla en casa y despedirse de su afición que ya puede animar en las gradas. No será así, toca madrugar de nuevo, coger el autobús y sumar kilómetros para enfrentarse al mismo rival contra el que se empezó esta temporada allá por el mes de octubre: UR Almería.
Foto: Francisco Díaz
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