Los jugadores de Jaén Rugby se han enfrentado este sábado contra dos rivales: Pozuelo R.U. y ellos mismos. La derrota por 27-16 contra los madrileños ya no tiene enmienda, pero la otra batalla se puede ganar con temple, disciplina y trabajo. Hay tiempo y mimbres de sobra. El partido respondió a las expectativas. El jiennense y el madrileño son dos equipos que buscan año tras años el ascenso, saben que sus enfrentamientos directos pueden ser claves. Se verá al final de la temporada.
Recibió la pelota Jaén Rugby tras el saque inicial y comenzó el partido dominando el juego. Sumó pronto sus 3 primeros puntos transformando un golpe de castigo en el minuto 6. El apertura Rafa Migale se está mostrando muy seguro en los tiros a palos, una faceta de la que adoleció el equipo la temporada pasada.
La reacción local no tardó. Jaén Rugby aguantó el acoso y defendió con intensidad y acierto varios ataques consecutivos dentro de su veintidós. Sin embargo, un fallo de placaje en la línea de diez propició el primer ensayo bajo palos de Pozuelo R.U. El primer tiempo cruzaba su ecuador y los jiennenses jugaban sus mejores minutos. A la media hora de juego Tani Bay quiebra a su defensor con un contrapie y llega a cinco metros de la línea de ensayo apoyado por Jack White; el balón acaba en las manos de Gonzalo Álvarez, pero el segunda línea argentino es placado dentro de la zona de marca y no anota. 5 minutos después Bay aprovecha un ruck mal cerrado por la delantera madrileña y corre desde campo propio hasta posar el balón. El ensayo es transformado por Migale. Justo antes del descanso, el apertura argentino de Jaén Rugby intentó un drop, pero dio en un poste. Como jugaba en ventaja tuvo una segunda oportunidad. Esta vez el golpe pasó entre palos. Al descanso el marcador indicaba un 10 a 13.
La segunda parte se convirtió en una pesadilla. Pozuelo RU tiene en la melé un arma muy poderosa y la empleó a conciencia. Con su empuje remontó el partido y puso distancia en el marcador, 24 a 13. Jaén Rugby no rehuyó la pelea, pero la llevó a su terreno: el juego abierto. Ahí defendía con fiereza, al límite del fuera de juego, para evitar que los auriazules circularan el balón. Los jiennenses dominaban en los saques laterales, llegaban bien a los apoyos, jugaban en campo contrario, pero sus ataques encallaban, una y otra vez, por delante de la línea de ensayo. Y así murió el partido, con los jiennenses buscando el bonus defensivo, los madrileños evitándolo y el colegiado aplicando el reglamento.
Un apunte más, 10 de los 22 jugadores que los técnicos jiennenses dispusieron sobre el césped del Valle de las Cañas se han formado en los escalafones inferiores del club. Ahí queda dato, para quienes ven a Jaén Rugby “sólo” como un equipo de rugby. El resultado aprieta los primeros puestos de la clasificación, pero esto no ha hecho más que empezar. La tercera jornada enfrentará el 7 de noviembre a los jiennenses con UR Almería en Las Lagunillas.
Foto: Mamen Armenteros