Las trece jugadoras de Jaén Rugby Femenino que saltaron al césped de Las Lagunillas el pasado domingo salieron de él sin piel. Se la habían dejado en el campo jugando no contra quince oponentes, sino contra veintiuna. Y es que CR Málaga agotó sus cambios, como es natural. El resultado es elocuente 9 a 77, pero el partido hay que contarlo. El “XIII” jiennense se lo merece, porque ellas nunca lo dieron por perdido.
Jaén Rugby Femenino mostró su lado más fiero, no sólo más competitivo, fiero. Las bajas están ahí, la plantilla tiene el número de jugadoras que tiene y todas las disponibles saltaron al campo. La primera declaración de intenciones fue designar a su juez de línea. Para quien no lo sepa, esa función la realiza una jugadora suplente, pero, como no tenían, en vez de ceder su banderín a otra rival, decidieron que lo levantara una compañera que ha comenzado a entrenar con ellas hace apenas unos meses. La segunda, tardar un minuto en llegar a la veintidós contraria tras recibir el saque inicial. La tercera, salir de ella con los tres primeros puntos del partido.
Pero sepan, los que no fueron al campo, que no fue un espejismo. Fue la tónica general del encuentro. A pesar de la inferioridad numérica, la iniciativa en el juego la llevó durante mucho tiempo Jaén Rugby Femenino y su presión mantuvo lejos de la zona de marca a las malagueñas. Pero, claro, la lógica acabó imponiéndose a la épica. Y los ensayos visitantes fueron llegando, bien llevando el balón hasta el ala aprovechando la superioridad de jugar quince contra trece, bien castigando cada desaplicación, cada intervalo más ancho de lo debido, con carreras espléndidas y posando bajo palos para asegurarse la transformación.
Con todo, esos nueve puntos conseguidos por Carmen Martínez a base de golpes de castigo son una prueba de la intensidad con la que las verdeoliva atacaron el campo rival. Porque nunca dejaron de buscar el ensayo, de ir al contacto, de avanzar metros con rivales abrazadas a sus cuerpos… “No os creaís, nos lo han puesto muy difícil”, decía a su familia una jugadora malagueña tras el pitido final.
Si hubiera que buscar un título para el final de temporada que le espera a Jaén Rugby Femenino este sería “Resistencia”. No caer de esa cuarta posición dependerá más de lo que hagan sus perseguidoras que de ellas, pero ahí estarán de nuevo Mária, Celia, Inma, Ana, Gloria, Celia Concha, Pupi, Camacho, Mariu, Perry, Glass, Amanda y Cris –ojalá alguna más- para demostrar que hay muchas formas de ganar y la suya es no rindiéndose.