Foto: Andrés García | Jaén Rugby
Empezar el año con una victoria. Ese era el objetivo y Jaén Rugby lo lograba en un partido jugado al límite contra AD Arquitectura. Al límite de las fuerzas, al límite de las pulsaciones que resiste un corazón sano y, por qué no decirlo, al límite del reglamento. No es una crítica, el partido lo exigía, sobre todo viendo el marcador. Al final, la fe y la confianza en su sistema de juego le concedió la victoria por un solo punto a Jaén Rugby: 32-31. Un segundo antes del pitido final, el marcador reflejaba otro marcador, un 28-31 a favor de AD Arquitectura.
No se trata de atraer público al Campo de Rugby de Las Lagunillas. Pero partidos como el de este domingo convalidan muchas sesiones de coaching. Ha sido un partido intenso, nervioso. Tanto que a los cinco minutos ya se habían disputado tres melés. La delantera jiennense se vio superior en esas fases estáticas y castigó con ellas a los colegiales madrileños. Así subieron los primeros puntos al marcador, con un ensayo de castigo a favor de Jaén Rugby (7-0). El partido se ponía de cara para el equipo local y la grada respondía, consciente de la importancia de los puntos en juego. AD Arquitectura se sacudió esa presión inicial gracias a la calidad individual de su apertura que anotaba y hacía anotar a sus compañeros. Tres chispazos, tres ensayos transformados y un 7-21 a la media hora de juego. Antes, Luis Alberto Enrique había errado dos golpes de castigo centrados.
Otro equipo, o quizás este mismo Jaén Rugby cualquier otro día, se habría venido abajo. No tocaba. El XV jiennense estaba jugando bien, algo fallón puntualmente a la mano, pero el balón pasaba más tiempo en campo contrario. Los puntos recibidos habían sido más por méritos ajenos que por errores propios. De hecho, los locales apenas concedieron golpes de castigo o infracciones graves en la primera parte. Por contra, los madrileños vieron hasta tres amarillas por antijuego. Demasiada ventaja para no sacar provecho. En el minuto 36 una patada defensiva de Manu Torres puso en juego a su delantera y provocó un golpe de castigo a favor pateado a cinco metros de la línea de ensayo. Saque lateral ganado por Rodri Santías y ensayo de Juan Castro para acercar a su equipo en el marcador antes del descanso (12-21).
Una melé y tres fases después del pitido que daba comienzo a la segunda parte, Jaén Rugby trenzó un jugada que le volvía a meter en la partido con un ensayo a la carrera del tercera línea Pablo Pérez (17-21). Poco duró la alegría. Ni cinco minutos. Una mala recepción local en campo propio y otra patada por encima de la línea defensiva del diez visitante propició un nuevo ensayo bajo palos de AD Arquitectura (17-28). Los diez minutos de toma y daca posterior al cuarto ensayo de los madrileños acabaron con un golpe de castigo a favor del equipo visitante (17-31) y con roja para un pilar madrileño. Un “enganchón” con Agus Bellatti le costó la segunda amarilla a Santiago Arroyo. Arroyo era el cuarto jugador amonestado de los colegiales, que, hasta ese momento, habían puntuado jugando en inferioridad. Claro que llevaban una hora jugando y Jaén Rugby no iba a tirar ni la toalla ni el pico ni la pala.
Con esas herramientas construyó Jaén Rugby su victoria en una recta final de infarto. Sus quince jugadores titulares seguían en pie cercando la zona de ensayo madrileña. Todos a una. Nada más sacar de centro aprovecharon su superioridad en la melé para propiciar en el ensayo bajo palos de “Cheto” Enrique –madre mía cómo cazó el balón-, ensayo que esta vez sí transformó (24-31). La delantera jiennense siguió castigando a sus rivales, provocando infracciones una y otra vez. Golpes que les permitía mantener la iniciativa. La primera línea verdeoliva ha ganado empaque con la llegada de “Juaco” Berón y el resto del paquete de delanteros lo nota. Esta vez fueron superiores en la melé, en los saques laterales y en los mauls.
El tiempo pasaba y esa superioridad en juego y número de jugadores no se reflejaba en el marcador. Hasta que el minuto 75 Juan Castro inició con su enésima carrera una nueva jugada de ataque. El balón circuló desde un lado de campo al otro para que lo posara en su debut Ignacio Otaolaurruchi (29-31). Dos puntos abajo. Pulsaciones desbocadas. AD Arquitectura atacando. Placaje salvador de Castro y ataque desbocado de Torres, Cabrera, Berón y Ojeda que los de blanco pararon en fuera de juego. Y en esa última jugada del partido, Luis Alberto Enrique se lo apostó todo al 3. No había estado a acertado en todo el partido, pero el primer centro colocó el balón en el tee, retrocedió cuatro pasos, lo pateó y cortó la respiración del público mientras el oval recorría los 42 metros que les separaban de los palos. Salió el 3, tres puntos que daban la tercera victoria de la temporada a Jaén Rugby y dejaba el marcador en el definitivo 32-31.
El trofeo al mejor jugador del partido se le concedió a Manan Pérez. El talonador recibió su botella de AOVE XAVE Premium de la mano de Mª Ángeles Cano, responsable de SegurosTecniseg, patrocinador de Jaén Rugby.
Jaén Rugby recortaba distancias con los equipos que le preceden en la tabla gracias al resultado de este domingo. Los jiennenses son décimos con 13 puntos.
Victoria con remontada a domicilio ante San Isidro para auparse a la séptima posición:
Jaén Rugby ha pasado del décimo al séptimo puesto en el Grupo C en DHB. Los cinco puntos sumados en su partido contra San Isidro RC, y el resto de resultados, les han dado este impulso en la clasificación. Una victoria muy trabajada pues los jiennenses pagaron caro sus errores en la primera parte y tuvieron que remontar el 20-0 inicial. El resultado final -San Isidro RC 23- 33 Jaén Rugby- demuestra cuánto tuvo que luchar el equipo para traerse a casa la victoria.
A priori, el Campo de Rugby Tres Olivos parecía propicio para sumar una nueva victoria. A Jaén Rugby le recibía un equipo que no había ganado ninguno de los encuentros anteriores y que cierra la clasificación con un solo punto. Pero los partidos no se ganan leyendo estadísticas, los partidos se ganan jugando mejor que el rival. El XV jiennense entró muy tarde al partido; bien por errores, bien por indisciplinas, cuando quiso darse cuenta ya había pasado media hora de juego y el marcador reflejaba un 20-0. Para colmo, sus jugadores vieron amarillas en el minuto 20 y en el 25. Sin embargo, a pesar de la inferioridad numérica, el equipo de Jaén empezó a imponerse a su rival a partir de que el punto veinte subiera al marcador.
El saque tras en segundo ensayo madrileño situó a Jaén Rugby en la veintidós de su rival. Los verde oliva eran superiores en la melé y hacían sufrir a San Isidro RC en cada saque lateral. Y así llegó el primer ensayo jiennense. Un buen placaje de Ignacio Otaolaurruchi provocó que el medio melé local perdiera el balón cuando trataba de salir a la mano de su veintidós. En la melé posterior Jaén Rugby empujó más, Juan Castro salió desde su posición de ocho, arrolló a tres contrarios y cuando se caía dio un pase a Juan Navarrete para que ensayara bajo palos. Un tiro cómodo, por tanto, para la conversión de Javi López Mollinedo (20-7).
El juego estuvo muy trabado en los últimos momentos de la primera mitad. Pero hasta el último minuto ninguno de los dos conjuntos sacó provecho de los fallos del rival. Los jiennenses habían comenzado a mover el balón con acierto y avanzando metros con cada fase. Además, empujaban más y mejor en cada melé, así que se optó por pedirla en cada golpe cometido por los de Fuencarral. Con el tiempo cumplido, se avanzó cinco metros en la primera y se llegó a la zona de ensayo en la segunda. Anotó Juan Castro. No hubo conversión (20-12) y al descanso.
Los jugadores de Jaén Rugby se quedaron en el césped escuchando la charla de su entrenador, Mauro Macchi, y la de dos de sus compañeros. Había mucho que hacer si no querían naufragar, lo primero enderezar el rumbo.
Dominar la melé, clave del éxito
Jaén Rugby mostró su mejor cara del partido a partir de la reanudación. La delantera se mostraba superior, de hecho arrolló a la de San Isidro RC en la primera melé. Su fuerza mantuvo el balón en campo rival durante el primer cuarto de hora, pero, a pesar de ese esfuerzo, no cuajaron los puntos. Y no fue por intentarlo. Sí los sumaron los locales transformando un golpe de castigo, pero ese 23-12 no era más que un espejismo. Jaén Rugby había encontrado la vereda y ya no se iba a salir de ella.
Los minutos pasaban, los jiennenses mantenían a su XV titular sobre el campo, pero, lejos de arrugarse, consiguieron hacer más pequeño al rival. Cierto es que Joaquín Berón se vio obligado a salir del campo para cortar la sangre de una herida en varias ocasiones; también lo es que volvía al campo en cuanto dejaba de sangrar para seguir en la pelea.
Así llegaron los minutos decisivos. Esos en los que los jugadores de Jaén Rugby se agarran el escudo y dicen no podemos fallar. En el minuto 64 forzaron el ensayo de castigo gracias a su empuje en la melé (23-19) y en los últimos diez minutos apuntalaron el resultado y aseguraron el punto bonus gracias a los ensayos de Ignacio Otaolaurruchi, aprovechando la superioridad creada por su ala, y de Agus Bellatti que consiguió su primer de la temporada anotando bajo palos. Ambos posados fueron transformados por Javi López Mollinedo (23-33). Para entonces el partido sólo tenía un color, el verde oliva de Jaén Rugby. Cada melé se convertía en drama para los locales y más si Castro arrancaba desde su posición de 8. Gaspar Diab y Manu Torres hacían circular rápido el balón, los terceras -Reche y Santías- cuando no los centros Navas y Bellatti- ganaban metros, la primera línea Berón, Manan y Ojeda- no se cansaba de percutir y placar junto a Ocaña y Cabrera. Y en la segunda cortina defensiva Otaola, Guille Pérez y López Mollinedo aportaban tanto la creación como en la contención.
Y así, hasta el pitido final. Los mismos quince jugadores que saltaron al campo al inicio del encuentro, lo abandonaron poco más de 80 minutos después. Todo un ejemplo. Victoria, cinco puntos y salto hasta la séptima posición. Un puesto que tiene que defender la semana que viene contra Club Rugby Alcalá en Las Lagunillas, último partido de la primera fase de esta liga 24/25.
Nueva victoria en Las Lagunillas, esta vez ante Alcalá con sufrimiento.
Jaén Rugby ha vuelto a probar la resistencia del corazón de sus aficionados en Las Lagunillas. Si a AD Arquitectura se le ganó por un solo punto con un tiro a palos en el último segundo. Hoy se ha vencido a Rugby Alcalá defendiendo como jabatos una última jugada que llevaba escrita la palabra derrota. Pero no. Jaén Rugby 25-19 Rugby Alcalá. Los jiennenses acaban la primera fase de la liga ganando cuatro de sus últimos cinco partidos.
Rugby Alcalá dejó claras sus intenciones desde la patada inicial. Aprovechar su potente juego de delantera para arrinconar al rival en su veintidós. Los intentos de Jaén Rugby por sacar el balón de allí fueron vanos. Pero la balanza la inclinó a favor de los de rojo fue una jugada de chispa. Su nueve sorprendió a la defensa jiennense con un saque rápido y el diez posó sin oposición cerca de palos (0-7).
Jaén Rugby también había enseñado sus cartas. Fuertes en melé y duros en los placajes. El saque de centro posterior al ensayo encajado le concedió la iniciativa los jiennenses. Les bastaron dos fases y ganar un saque de touch para que Luis Alberto Enrique rompiera la defensa por potencia y habilidad con una carrera de más de 30 metros. Javier López-Mollinedo hizo que los dos puntos de la transformación empataran el partido (7-7). El público de Las Lagunillas -local y visitante- intuía ya emociones fuertes y ni siquiera se habían jugado 10 minutos.
La segunda oleada de ataques madrileños murió en el «malecón». El equipo local no se dejó amedrentar por la dureza de los contactos de su oponente y propició el fallo de manos con sus placajes. Pero Jaén Rugby no salía de su campo y, si lo lograba, regresaba bien por errores propios bien por las patadas rasas de su rival. Así hasta el minuto 27. Los jugadores jiennenses se sacudieron la presión de su rival, «Juaco» Berón percutió contra su defensa ganando buenos metros y transmitiendo el balón a «Cheto» Enrique, que recorrió un trecho de campo con el apertura rival colgado de su cuello. Golpe de castigo y amarilla para el diez rojo. Mollinedo lo volvió a pasar entre palos (10-7). El juego volvió a campo jiennense. Se repetían las secuencias. Esta vez Jaén Rugby consiguió encadenar fases y con su juego de mano haciendo retroceder a Rugby Alcalá hasta su veintidós. Allí los madrileños volvieron a cometer un golpe de castigo y los tres puntos dibujaron un 13 en el electrónico local (13-7). Javier López-Mollinedo se veía con confianza y se jugó un último tiro a palos antes del descanso. Sin éxito.
La segunda parte comenzó de manera alocada. Una versión descontrolada de la primera mitad, con el balón buscando quien lo acunara sin éxito. Falló Rugby Alcalá un golpe de castigo al poco de comenzar. Avisaban los madrileños, defendía el marcador Jaén Rugby. Lo hizo sin encontrar su juego, sin fluidez en la tres cuartos, pero defendiendo con mucho rigor. Un esfuerzo que acabarían pagando los jugadores.
Cierto es que, cuando los jugadores del equipo jiennense conseguían sacudirse la presión del rival, el ritmo del juego incrementaba sus revoluciones. Y ahí es donde Jaén Rugby es fuerte. A partir del minuto 50, se vieron los mejores momentos de rugby. Los firmaron los de casa. Esta vez eran los de Alcalá los que defendían. El ala Ignacio Otaolaurruchi cazó unas de sus patadas; en esa acción nacería el segundo ensayo verdeoliva. Su avance desde campo propio fue secundado por sus compañeros. El equipo buscó el contacto para mover la defensa rival, tras cuatro fases, Manu Torres se jugó una patada bombeada cuyo bote favoreció a Agustín Bellatti. El centro argentino sólo tuvo que demostrar su velocidad para posar bajo palos. Ensayo y transformación (20-7).
Le cogió Jaén Rugby el aire al partido. El tiempo corría a favor de Jaén Rugby, pero las fuerzas se iban agotando. Sólo un cambio. El resto del banquillo, sólo por si había lesiones. Y es que después jugaba el otro senior y la plantilla jiennense es una manta corta. Y cuando falta vigor, surge el coraje. De esa pasta están hecha los jugadores del equipo de Jaén. La jugada del tercer ensayo fue espectacular, llevando el balón con orden y sentido desde la veintidós propia hasta la zona de marca rival. La culminó “Cheto” Enrique con otra de sus carreras hasta el banderín (25-7). Ni así la grada vio el partido ganado, ni perdido.
Quedaban 15 minutos. Quince minutos que se convirtieron en un calvario. Demasiados golpes, demasiada intensidad, demasiado cansancio, el rival con piernas frescas…Esta vez la victoria había que construirla desde la resistencia. Y así lo hizo Jaén Rugby. Encajó dos ensayos, uno transformado, en cinco minutos y se apretó el marcador hasta el límite (25-19). Rugby Alcalá se llevaría el partido con los 7 puntos de un ensayo transformado.
Los últimos dos minutos y medio fueron de infarto. La grada animando, los jugadores del siguiente partido animando. Los madrileños lo intentaron todo touch-maul, seis pick and go, golpe de castigo, saque a la mano, once fases chocando a cinco metros contra la defensa jiennense. Y nada, cuando el balón llegó a cerca de palos lo jugaron a la mano y ahí surgió el placaje salvador de Mollinedo provocando el avant. Final. Qué final. Una victoria que consolida a Jaén Rugby en la séptima posición. Una victoria que demuestra la pasta de la que están hechos estos jugadores. Una victoria que disfrutaron casi sin respirar unas doscientas personas.